Los seis lanzamos la monedita, de espaldas, estoy segura de que volveremos.
No, para nada se pueden considerar unas vacacioes, era completamente irónico. Aún así ha sido divertidísimo, aunque también un poco acelerado.
Lo pero fue el madrugón. A levantarse a las cinco de la mañana para coger un tren y tirarte ahí cinco horas.
Otra cosa que no nos ha gustado nada ha sido el horario que nos propusieron, nos tenían que haber dejado a nosotros hacer uno.
Nos gustó mucho eso de estar todo el día comiendo, aunque a lo mejor se pasaron un poco, sobretodo en la cena del lunes, vale que estuviesemos muy cansados y que tuviesemos que recuperar fuerzas y coger energía pero ¿cómo se puede cenar cinco platos más el postre? Por mucho que nos quejemos, a lo mejor lo que es todo, todo, no nos lo comimos, pero si cuatro platos jeje
Pues como os iba diciendo hemos visto Roma en unas tres horas, era todo tipo: corre, abre el bolso, saca tu cámara, cierra el bolso, abrelo otra vez, coge la cámara de Laura, cierralo de nuevo, saca una foto, no te gusta, saca otra, y otra más, nada, que no salen bien, saca otra, y más (todo ésto andando o corriendo), ya nos hemos quedado atrás, ahora deja de hacer fotos, agarra bien el bolso, corre, alcanzalos, parate, haz más fotos, los vuelves a perder, corres, te chocas con la gente...
¡Eso sí, fotos tengo unas cuantas!
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