¿Repetimos?

Si, si, claro que repetimos y todos los días. Aunque a veces comemos más cosas a parte de eso.
Si el domingo se abre una bolsa de radiquio, se corta todo el radiquio, se aliña con el aceitito y la sal y se pone en una fuente.
Ese domingo te lo comes y está bueno, bueno. El lunes, vas a comer y otra vez el radiquio, el martes también se come radiquio y también el miércoles, el jueves, el viernes e incluso el sábado. Para el domingo ya se ha terminado, por fin.
Lo que pasa es que ese domingo te comes las zanahorias que habían hecho el miércoles y todavía queda carne que había hecho el martes y que había comido ya ayer, antes de ayer y el jueves.
Espera, la madre se dirije a la nevera ¡peligro! ¡Oh no! y saca una sartén con una tapa ¿qué hay dentro? Judías verdes, ¿de cuándo? Son hechas el jueves y comidas jueves y viernes junto con la carne y las zanahorias y el radiquio.
Recapitulemos, el domingo he comido zanahorias hechas el miércoles, carne del martes y las judías verdes que las acompañaban del jueves.
¡No os preocupéis que mañana abríran otra bolsa de radiquio para toda la semana!
Creo que no es a la única que le pasa ésto, a los demás también.