Pequeño, pero bonito.
Para mi sorpresa, la torre de Pisa está más blanca y más inclinada de lo que me esperaba y también es más pequeña pero impacta igualmente.
No penseis que me fui sin…
Desgraciadamente empezó a llover y no quedó más remedio que comprarse un paraguas de tres euros… imaginaos su estado actual.
Los dos siguientes días estuvimos trabajando sobre el proyecto… como éramos de diferentes países acordamos un idioma para hablar. En mi grupo era el inglés, aunque más tarde sería el idioma que realmente nos pedían para este proyecto que era el francés.
Hubo una pausa entre esos dos intensos días en la que fuimos a un pueblo en las montañas de la Toscana donde nos llevaron a una bodega…
Y el último día por la mañana, fuimos a Florencia dónde vimos el Duomo…
La plaza de la señoría…
El ponte vecchio y el castello vecchio…
Y después de todas estas cosas tan preciosas, llegó la peor de todas: la despedida
No salimos todos los 32 estudiantes que éramos, pero si algunos.
El año que viene, se vuelven a reunir en Bélgica y desgraciadamente yo no podré asistir…
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