A SUS ORDENES MI GENERAL!!

Eso es lo que casi se me escapa cuando ha entrado la profesora de mates en clase. Llevábamos un día muy tranquilo con unas clases bastante normales hasta 4ª hora. Aunque las clases son seguidas, entre que se va un profesor y llega el otro tenemos unos minutos para estirarnos y preparar la siguiente asignatura (y jugar al fútbol)

Entonces Helena y yo nos encontrábamos hablando con unas chicas sobre la cena que planeamos hacer este viernes en el Mc Donalds cuando de repente si previo aviso todo el mundo ha salido corriendo hacia su sitio.

Nosotras les hemos seguido y nos hemos sentado. De repente hemos oido que nos llamaban desde atrás y al girarnos para ver que querían (estamos en primera fila) les vemos haciendo gestos para que nos levantemos. 

Creo que literalmente pegamos un salto de la silla y en en menos que canta un gallo estábamos de pie como el resto de los alumnos. Donde hace unos momentos había habido una clase, ahora un regimiento de infantería guardaba filas listos para recibir a su general. Y que mejor general que la profesora de mates!

Cuando ha entrado se ha quedado mirando la clase unos momentos y luego nos ha pedido que nos sentásemos ( rompan filaaas!!). Por lo demás la clase ha transcurrido como cualquier otra, nos ha sacado a la pizarra para demostrar que no nos acordábamos de los sistemas de ecuaciones y después nos ha obsequiado con 20 ejercicios que hacer para el día siguiente. El "regalo" que todo alumno desea recibir su primer día de clase.